domingo, 6 de abril de 2008

Purgatorio X - ¿por qué los pintores?




En la lectura pasada yo anuncié al grupo que en los cantos X y XI veríamos a muchos artistas plásticos --pintores y escultores-- purgando pecado de orgullo o soberbia.

Me preguntaron cuál era la razón de que los pintores fuesen escogidos como ejemplos de soberbia. Y no supe responder.

La razón está escondida en un terceto del canto X, el que va entre los versos 31 y 33.
(Ojo que por segunda vez el verso 33 nos da la clave del canto).

Dante y Virgilio han llegado a la primera cornisa purgatorial y encuentran las paredes verticales de la cornisa, de mármol blanco, integramente talladas en relieve con imágenes bíblicas y clásicas alusivas al tema de la humildad.



"...esser di marmo candido e adorno
d'intagli sí, che non pur Policleto,
ma la natura lí avrebbe scorno"
(Pur. X, 31-33)

"...eran de mármol blanco y adornadas
con relieves tales (tan bellos, tan perfectos), que Policleto
y aún la naturaleza hubieran sentido envidia."

Los relieves --tan bellos, tan perfectos-- han sido tallados por Dios mismo, que es el artífice de estos tres mundos.

Recordemos que en la Italia del 1300 Cimabue y Giotto habían empezado a desafiar a la antigua escuela de pintura, cuyo estilo era griego medieval y consistía básicamente en representar íconos de manera simbólica pero poco realista.

Cimabue y Giotto inician la tradición italiana de pintar tratando de imitar la realidad.
Esta es la soberbia que Dante quiere hacer notar en los castigos a los pintores en purgatorio X. Los pintores nuevos aspiraban a tal perfección en sus reproducciones que pretendían crear imágenes más bellas que las clásicas (Policleto) y más bellas aún que las de la misma naturaleza (obra de Dios).

Sólo Dios puede hacer eso: "...non pur Policleto/ ma la natura lí avrebbe scorno."

Y por ese pecado de soberbia van a pagar sus culpas, cual Titanes mitológicos, llevando sobre sus espaldas pesos enormes (como Atlas). La soberbia de los Titanes, que osaron ser como los dioses, es comparada a la soberbia de los pintores del 1300 que se sienten capaces de copiar con perfección la obra de Dios.

¿Qué hubiera escrito Dante sobre la cámara fotográfica?


La imagen de encima corresponde a un palacio en Bologna: muestra dos Telamones o Atlantes, esculturas de hombres musculosos soportando pesos enormes.

La siguiente imágen es un grabado de Doré, que ilustra el canto X del Purgatorio.



1 comentario:

Luis Adolfo Siabala dijo...

Sobre lo punitivo en el arte,

Dante hubiese aplaudido el intento de perfección sensorial, pero solo eso: hubiese manifestado a los demás una emoción. Sin embargo, una puesta de sol no requiere de manifestaciones externas. Los bosques o la aurora boreal no necesitan de vitores insufladores de autoestima, porque obran en privacidad para el deleite secreto, para la admiración que se traduce en un calco cuasi bello y noble de un espíritu sensible. No hay palabras: todo se traduce en arte humano. Soli Deo Gloria, diría Bach.


Tomás de Aquino afirma en la Summa Teológica:

"Como queda expuesto (q.37 a.2), la discordia es hija de la vanagloria porque cada uno de cuantos están en desacuerdo se aferra a su propio parecer y ninguno se aviene al del otro, siendo, por otra parte, lo propio de la soberbia y de la vanagloria buscar la excelencia personal. Pues bien, así como quienes están en desacuerdo lo están por encontrarse aferrados al propio sentir de su corazón, así lo están también quienes disputan por defender de palabra lo que les parece. Hay, pues, la misma razón para hacer de la porfía y de la discordia hijas de la vanagloria." Summa II-IIa (Secunda secundae) Cuestion 38.

Abordando el tema del arte, intenta ahora una aproximación teológica: (Summa Ia (prima) cuestión 1:

"El artista hace un buen trabajo cuando es fiel a los principios del arte. Pues bien, la relación entre obra artística y arte es idéntica a la existente entre obra justa y ley. Así, pues, la justicia de Dios, que constituye el orden en las cosas de adecuado a su sabiduría, que es su ley, es llamada correctamente verdad. Y así, entre nosotros decimos también verdad de la justicia."


Y el dominio artístico, siendo divino, reclama la actitud contraria a la soberbia, por la que son condenados los Titanes y los pintores. Continúa su exposición:

"4. Al decir que Dios permitió que el hombre se orientara a sí mismo, no se excluye al hombre de la providencia divina; sino que se muestra cómo no fue configurado con una capacidad operativa predeterminada como las cosas naturales que obran por un fin sólo movidas por otro, y que no obran por sí mismas como las criaturas racionales, que, mediante el libre albedrío, se aconsejan y eligen. Por eso se recalca: en manos de su consejo. Pero como el mismo acto del libre albedrío se reduce a Dios como a su causa, es necesario que lo hecho por el libre albedrío esté sometido a la providencia divina. Pues la providencia humana está contenida en la providencia de Dios como la causa particular lo está en la universal. No obstante, con los justos Dios tiene una providencia más sublime que con los impíos, pues no permite que les suceda algo que al final les impida salvarse; pues, como se dice en Rom 8,28: Todo coopera en bien de los que aman a Dios. Y por lo mismo que no les quita a los pecadores el mal de culpa, se dice que los abandona. Sin embargo, no los abandona hasta el punto de que queden excluidos de su providencia; pues, si no fuera por su providencia, serían nada. Parece ser que este argumento constituía el motivo por el que Tulio excluyó de la providencia las cosas humanas hechas deliberadamente.


"La primera providencia sería la del Dios supremo, que, ante todo y sobre todo, provee las cosas espirituales; y, consecuentemente, a todo el mundo por lo que se refiere a géneros, especies y causas universales. 2) La segunda providencia sería la que se tiene de los individuales tanto generales como, corruptibles. Este tipo de providencia la atribuyó a los dioses que circundan los cielos, es decir, las sustancias separadas que dan a los cielos su movimiento circular. 3) La tercera providencia sería la que se tiene de las cosas humanas, y que es atribuida a los demonios, que los Platónicos colocaban como intermediarios entre nosotros y los dioses, según nos relata Agustín en IX De Civ. Dei "

Ergo, la respuesta a lo punitivo en el arte humano y los consiguientes castigos a los pintores, en la exposición dantiana, se atribuyen a no dar gloria al Creador, ensalzando la creación y usufructuando lo divino para propósitos puramente humanos.

"...esser di marmo candido e adorno
d'intagli sí, che non pur Policleto,
ma la natura lí avrebbe scorno" (Pur. X, 31-33)

"Soli Deo Gloria" era el epígrafe de Johannes S. Bach, que resume la idea dominante, desde la edad media hasta el cenit del clasisismo artístico en todas sus manifestacioens. (véase Jesus nahm zu sich die Zwölfe, BWV 22, para un ejemplo de este intento de consagración)

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