miércoles, 3 de agosto de 2011

inferno vii - viii... seguitando



En la imagen: la barca de Flegias por William Blake.
Al fondo Blake ha dibujado la "alta torre" de inf. VII-139

Arturo:

Me quedé con la duda sobre ese "quiebre" o cesura en la composición del infierno que te mencioné en el e-mail anterior. Me puse a buscarla y, efectivamente, está entre Inf. VII y Inf. VIII.

El último verso de Inf. VII es:
venimmo al pié d'una torre al da sezzo
(finalmente llegamos al pie de una alta torre).

El canto siguiente, Inf. VIII, empieza así:
Io dico, seguitando, ch'assai prima
che noi fossimo al pié dell'alta torre
(Yo digo, prosiguiendo, que algo antes
que estuviésemos al pie de la alta torre).

Nuestro recordado maestro Leopoldo Chiappo decía que ese "seguitando" (prosiguiendo) era una indicación de que Dante había interrumpido la escritura y la retomaba después de tiempo. Se sabe que Dante, cuando lo sorprende en Roma el golpe de estado florentino y su condena a destierro, pide a su familia le hagan llegar de Florencia el manuscrito de su Commedia que venía escribiendo. Parece que uno de sus hijos le trajo el manuscrito. Podemos sospechar que hasta ahí había escrito Dante (Inf. 7) cuando le sobreviene el desastre político del destierro. El "seguitando" sería como el famoso "como decíamos ayer" de Fray Luis de León, cuando volvió a dar sus clases en Salamanca después de años en prisión.

También se sabe que el "tono" de la Comedia va cambiando conforme avanza en los cantos. Hay que tener en cuenta que la escritura de la Comedia le tomó a Dante 15 años. Por ahí leí a algún experto que decía que Dante va cambiando su forma de escribir conforme se va dando cuenta de que nunca va a volver a Florencia; la Comedia va dejando de ser una mera denuncia política y se va conviertiendo en el monumento que Dante quiere dejar como huella de su existencia. Me parece que tiene mucho sentido ver así las cosas, más aún cuando tenemos las cartas que Dante escribía. Y por eso coincido contigo en que los primeros cantos del infierno (después de los dos introductorios) son bastante más "torpes" que los siguientes. Es muy posible que, al comienzo, Dante no tuviera todavía dibujado el "blue-print" de la obra completa.

Saludos
RC

sábado, 30 de julio de 2011

Agustín, Dante y Víktor Frankl


Acompañando a mi mamá, acabo de ver en la TV, en "La ruleta de la suerte", un panel con un dicho español que decía : "La carne es débil y el diablo es hábil".

Me llamó muchísimo la atención cómo permanecen en el imaginario popular dos conceptos teológicos que San Agustín combatió ferozmente:
1- La fórmula neoplatónica que iguala el mal con la carne (la materia, el mundo material).
2- La fórmula maniquea que iguala el mal con una fuerza cósmica opositora al Bien Supremo, o sea el diablo.

Agustín encuentra una fórmula novedosa para explicar el mal y el pecado: la voluntad humana. Para Agustín no existe el diablo ni es mala la materia; la materia es tan buena como el espíritu por ser ambos creaciones de Dios. El mal lo hace el hobre al ELEGIR darle a su vida un fin malo, al dirigir su mirada en la dirección contraria al Bien Supremo.

Este plan agustiniano de concebir el bien y el mal como una brújula, que nos marca un norte bueno y un sur malo, es utilizado gráficamente por Dante en toda su topografía del mundo del más allá: infierno, purgatorio y paraíso. Recordemos, como ejemplo, ese viaje por mar de Ulises en Inf. 28, donde el héroe clásico navega hacia el sur hacia su condenación definitiva. Ulises es un "mal capitán" porque dirige a sus marineros en la dirección equivocada.

El diablo de Dante es una figura más compleja porque implica ya conceptos no tanto agustinianos sino aristotélicos: Dios es el motor absoluto, el que da al cosmos movimiento mediante su amor y su misma existencia. El diablo, entonces, debe ser lo contrario a eso, un ser en inamovilidad casi absoluta. Existe también el diablo (porque al fin y al cabo es creación divina), pero su existencia está confinada a la mínima expresión.

Como corolario, quiero contarles que estoy leyendo "El hombre en busca de sentido" de Víctor Frankl, un psiquiatra vienés que sobrevivió a los campos de concentración durante la segunda guerra mundial. Frankl llega a una conclusión perfectamente agustiniana. Cito a Frankl:
"Aunque algunas situaciones, como el crónico déficit de sueño, la escasísima alimentación y las múltiples tensiones psíquicas, podrían inducirnos a suponer un comportamiento uniforme y estereotipado de los internos, sin embargo, si se analiza la cuestión en profundidad, se advierte que cada prisionero se convertía en un determinado tipo de persona, y ese tipo personal era más el resultado de una decisión íntima que el producto de las férreas y tiránicas influencias recibidas en la vida del lager. En conclusión, cada hombre, aun bajo unas condiciones tan trágicas, guarda la libertad interior de decidir quién quiere ser --espiritual y mentalmente--, porque incluso en esas circunstancias es capaz de conservar la dignidad de seguir sintiendo como un ser humano".

La brújula de Agustín y Dante: cada quién decide si quiere ser bueno o malo.

Saludos
RC

miércoles, 29 de junio de 2011

Lucho explayando su plano del Paraíso




Nicolás de Cusa es un "chancay" al costado de nuestro querido Lucho Siabala en lo que respecta a graficar el infinito de manera geométrica!

Terminamos la lectura!




Gina, RC, Silvie, Pepe Micky, Vivi, Willy.

miércoles, 25 de mayo de 2011

PAR. XXXIII dove si puote cio che si vuole

Leyendo Paraíso 33, en el verso 34, dimos con la expresión "che puoi ció che tu vuoli" --que puedes todo lo que quieres. Terminando la oración a la Vírgen María, San Bernardo ruega para que Dante, luego de ver a Dios, pueda volver sano al mundo de los mortales. Lo dice con estas palabras:

Ancor ti priego, regina, che puoi
cio che tu vuoli, che conservi sani,
dopo tanto veder, li affetti suoi.

(PAR.XXXIII, 34-36)

Recordamos inmediatamente el canto V del Infierno (el de Paolo y Francesca). Al empezar el canto V del Infierno, el monstruo Minos les impide el paso a Dante y Virgilio. Virgilio le ordena a Minos dejarlos andar. Lo hace con estas palabras:

Non impedir lo suo fatale andare;
vuolsi csí colá dove si puote
ció che si vuole, e piu non dimandare.

(INF.V, 22-24)

Virgilio vence a Minos con las mismas palabras que San Bernardo dirige en su triple ruego a la Vírgen.

Cuando leímos el Infierno, supusimos que "aquel que quiere todo lo que puede" era Dios. Pero leyendo Paraíso 33 vemos que se trata de la Vírgen María. Virgilio, entonces, le dice a Minos: déjalo pasar porque viene por orden de la Vírgen. Y esto es consecuente con el texto de Inferno 2, donde Virgilio le explica a Dante que la señal de alerta que da inicio al peregrinaje místico del autor-protagonista (toda la Comedia) viene de María. Es María quien se interesa por la salvación de Dante y ordena a Lucía y Beatriz acudir en su ayuda. Resulta muy apropiado, entonces, que la Comedia termine con una alabanza a la Vírgen... y con esas palabras (che puoi/ ció che tu vuoli) que ya habíamos leído al empezar el Infierno.

Nuestro error fue suponer que Dios, el Dios de Dante, era "aquel que puede todo lo que quiere". Leyendo el Paraíso hemos podido entender que el Dios de Dante (como el Dios de su contemporáneo Eckhart) está más allá de toda comprensión humana. Ese Dios es:

O luce etterna che sola in te sidi,
sola t'intendi, e da te intelletta
e intendente te ami e arridi!

(PAR.XXXIII, 124-126)

domingo, 24 de abril de 2011

Praíso XXXII




La lógica de Paraíso 32 es muy simple:
En el canto anterior Dante se ha despedido de Beatriz y San Bernardo se le presenta como guía para la “consumación perfecta” de su “camino”.
En el canto anterior (Par. 31, 112) San Bernardo le dice a Dante:
“Mirando hacia abajo no vas llegar a ver a Dios; observa entonces con detenimiento cada uno de los círculos de la rosa hasta que veas a la Reina del Cielo “.
Paraíso 32 es la descripción que hace San Bernardo de “cada uno de los círculos de la rosa de los bienaventurados”.
En la rosa (anfiteatro) de los salvados hay TRES CATEGORÍAS de personajes:
1- Los inocentes --los niños que se salvaron antes de tener conciencia de la fe en Cristo (por bautismo o por la fe de sus padres).
2- Los que creyeron en Cristo ANTES DE CRISTO (básicamente personajes del antiguo testamento).
3- Los que creyeron en Cristo DESPUÉS de la venida Cristo.

El canto termina con una línea rarísima: el verso 139
“Ma perché’ l tempo fugge che t’assonna”
San Bernardo, luego de un largo paseo visual por las graderías de la rosa de los salvados, APREMIA a Dante a dirigirse hacia la visión de Dios. Le dice “Apurémonos en dirigir la mirada hacia Dios porque se acaba el tiempo que tienes para hacerlo!!!!!!!!!!!”
Es como si Dante verdaderamente estuviera sumido en un trance (un vuelo shamánico) y Bernardo fuese consciente de que el trance se termina. Se trata, sin duda, de un rapto místico, pero es curioso comprobar que ese rapto tiene un tiempo asignado, más aún teniendo en cuenta que estamos en el cielo Empíreo, en la Mente de Dios, donde no existe el tiempo. En otras palabras, en buen cristiano, San Bernardo le está diciendo a Dante: “Te queda poco tiempo para estar en este lugar donde no existe el tiempo”. PLOP!

Otra observación que nace de la lectura del canto 32 es la de la curiosa división de los bienaventurados en ANTERIORES A CRISTO y POSTERIORES A CRISTO. Esto viene de la creencia medieval de que TODO lo que se decía en el ANTIGUO TESTAMENTO era una especie de profecía de lo que se CONFIRMARÍA en el Nuevo Testamento. Moisés, por ejemplo, fue un hombre de verdad que (de verdad) sacó a su pueblo de Egipto; pero era también una figura crística, una prefiguración de quien sacaría a su pueblo del pecado y lo llevaría a la salvación (Cristo). Por lo tanto, Moisés es un creyente ANTERIOR A CRISTO.
Otra vez “PLOP!”
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En la imágen: San Bernardo explica a Dante la disposición dela Rosa cándida.
Italia ca. 1450 Codice Yate Thompson 36. British Lybrary

domingo, 20 de marzo de 2011

Mañana leemos Paraíso 28




Junto con Paraíso 27, el canto de mañana es interesantísimo en lo que concierne a la topografía del Paraíso. Dante ha ido ascendiendo hacia Dios, hacia lo invisible. Ahora que ha entrado en lo invisible se da cuenta de que EL CENTRO del cosmos (visible e invisible) es un punto infinitesimal de luz intensa del que mana toda la vitalidad del cosmos (Dios).

¿Cómo es posible que Dante haya estado ASCENDIENDO hacia el CENTRO?...

Al entrar en lo invisible se produce un cambio de parámetros geométricos: ya no estamos en un universo de tres dimensiones. Lo invisible incluye también a lo visible.

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Otra cuestión interesante que ocurre en este canto 28 es la primera visión dantesca de la divinidad.

Conforme ascendía, Dante ha ido adecuando su visión mortal (humana) a la visión de la Gloria, del Supremo Bien. PERO SUS OJOS TODAVÍA SON HUMANOS. Por lo tanto, la primera visión que él tiene es TODAVíA una analogía: Dante percibe la divinidad como un sistema planetario donde los nueve órdenes angélicos circulan alrededor del punto mínimo de luz intensa.

A partir de Paraíso XXX, cuando Dante ingrese al décimo cielo, y tras un enceguecimiento que lo "trashumana", Dante verá la misma cosa --la divinidad, los bienaventurados, Dios-- pero ya no con ojos humanos sino con ojos "transhumanos".

La imagen es de la ilustradora irlandesa Phoebe Anna Traquair.

domingo, 13 de febrero de 2011

Paraíso XXV Los Hijos del Trueno




Amigos:

El martes 15 leemos Paraíso XXV…
siempre en casa de Gina a las 8:00pm.

En Paraíso XXV el apóstol Santiago le toma examen a Dante sobre LA ESPERANZA.
En el canto siguiente el apóstol San Juan le preguntará por la caridad.

¿Por qué Pedro, Santiago y Juan son los examinadores?
Porque en la edad media se los tomaba por símbolos de la fe, la esperanza y la caridad.

¿Por qué ellos tres entre los doce apóstoles?
Porque en Marcos 3-13, cuando Jesús elige a sus seguidores, dice:
Y cuando subió al monte, llamó a sí a los que Él quiso, y vinieron a Él. 14 Y ordenó a doce, para que estuviesen con Él, y para enviarlos a predicar. 15 Y que tuviesen poder para sanar enfermedades y para echar fuera demonios: 16 A Simón, a quien puso por sobrenombre Pedro; 17 a Jacobo, hijo de Zebedeo, a Juan hermano de Jacobo, a quienes puso por sobrenombre Boanerges, que es, Hijos del trueno; 18 a Andrés, a Felipe, a Bartolomé, a Mateo, a Tomás, a Jacobo, hijo de Alfeo, a Tadeo, a Simón el cananita, 19 y a Judas Iscariote, el que le entregó. Y vinieron a casa.

Pedro, Santiago y Juan son los tres primeros mencionados, y son los tres distinguidos con algún apelativo especial; los siguientes vienen en una lista corrida.

De Santiago y Juan, hermanos, hijos de Zebedeo, se dice que Jesús los denominó BOANERGES, palabra que deriva del arameo y significa “hijos del trueno”. Por esto es que Dante, en el canto 25, los verá fulgurar al punto de quedar Dante ciego momentáneamente. De Santiago dirá:

…dentro al vivo seno
Di quello incendio tremolava un lampo
Súbito e spesso a guisa di baleno.
(Par. 25, 79-81)
…en el vivo seno
De aquel incendio temblaba un relámpago
Súbito y frecuente como rayo.

Sobre ese apelativo “boanerges” --tan particular-- encontré un artículo que habla sobre las características sobrenaturales de los “hijos del trueno” o “hijos del rayo” (mellizos o hermanos) en las mitologías de los griegos, escandinavos y antiguos peruanos!!!
Acá se los paso: http://www.believeallthings.com/2051/boanerges/

Saludos
RC

La imagen corresponde al episodio en Mateo 17:13 cuando los tres apóstoles ven a Cristo junto a Elías y Moisés.