miércoles, 7 de marzo de 2012

Un ensayo de John Freccero sobre Inferno 1, 30


Amigos:

Estuve leyendo un LARGO ensayo de John Freccero en el libro que recibí, Dante, The Poetics of Conversion.
Trata del verso enigmático (sí che 'l pié fermo sempre era 'l piu basso) en Inferno I, 30.
Es al comienzo del poema, cuando Dante está en la selva oscura y ve los rayos del sol alumbrando la cima de la colina a la que quiere subir. Dante deja atrás la selva confusa y empieza a trepar por la piaggia diserta (pendiente áspera). Dante dice que trepa de manera que "el pie firme siempre es el más bajo".

Freccero demuestra que, en la edad media, por "pie firme" se entendía el PIE IZQUIERDO (por razones aristotélicas sobre el movimiento). Y que, por lo tanto, Dante va COJEANDO. Luego muestra una serie de textos que revelan cómo en la edad media el peregrinaje del alma hacia Dios era representado por el acto de caminar, de andar paso a paso. En estas alegorías el pie derecho era el pie del intelecto y el izquierdo el pie de los afectos. El alma se dirigía hacia Dios en un andar que turnaba inteligencia y volición.

Pero Dante, en Inferno I, cuando acaba de salir de la selva oscura, sólo ha dado el paso del intelecto: ha reconocido la luz en el punto alto a donde quiere llegar. Aquí Freccero cita a San Pablo, "conozco la Verdad, pero deseo el mal". Este es la imagen del hombre que va cojo, con un pie que avanza y el otro que no. El alma no está andando con "justicia", no pudiendo dirigir al mismo norte sus dos facultades.

Sin un guía que dirija sus afectos (Virgilio, Beatriz...) el hombre no puede llegar a Dios, no es capaz de remontar el alto passo.

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