jueves, 24 de enero de 2008

Ondulante imprecisión



"¿Quiso Dante que pensáramos que Ugolino (el Ugolino de su Infierno, no el de la historia) comió la carne de sus hijos? Yo arriesgaría la respuesta: Dante no ha querido que lo pensemos, pero sí que lo sospechemos."
"En el tiempo real, en la historia, cada vez que un hombre se enfrenta con diversas alternativas opta por una y elimina y pierde las otras; no así en el ambiguo tiempo del arte, que se parece al de la esperanza y al del olvido. Hamlet, en ese tiempo, es cuerdo y es loco. En la tiniebla de su Torre del Hambre, Ugolino devora y no devora los amados cadáveres, y esa ondulante imprecisión, esa incertidumbre, es la extraña materia de que está hecho. Así, con dos posibles agonías, lo soñó Dante y así lo soñarán las generaciones."
Borges: Nueve ensayos dantescos/ El falso problema de Ugolino.

1 comentario:

Luis Adolfo Siabala dijo...

Acertadísima la sospecha. Los abanicos de posibilidades en las lecturas son válidas. Nada es absoluto en poesía. La tradición de devorar hijos se persigue desde el mito de Cronos, como bien sabes. Esta antropofagia literaria tiene que continuar su periplo en el tiempo, con los matices propios de la fantasía literaria.

Abrazos,

Luis Adolfo